
Los karma yogis vinieron de todas partes del mundo para poder dar servicio en la conferencia. En la tradición india esto se llama SEVA: servicio desinteresado. Es dar por el simple hecho de dar, sin esperar nada a cambio. O como Arjuna decía en el Bhagavad Gita “trabaja por el trabajo en sí mismo y no por los frutos de la acción”.
En este festival, donde el Bhakti Yoga es protagonista, el servicio desinteresado es otra forma de devoción: servir a los demás es un camino directo a servir a Dios.
Mientras este festival va llegando a su fin, y tenemos la oportunidad de agradecer por una experiencia tan transformadora, es sobre el momento de pensar en la cadena de personas que lo han hecho posible. Desde la familia creadora del festival, los maestros, los artistas, sonidistas, cocineros, hasta cada uno de estos 160 karma yoguis que cada día se despertaron muy temprano y se acostaron muy tarde para que el festival pueda funcionar a la perfección y todos lo podamos disfrutar. Agradecer a todos los artesanos, diseñadores y vendedores que han compartido sus productos sustentables y nos han enseñado con ellos, nuevas formas de vida. Agradecer a todos los participantes que han permitido que este hermoso encuentro se haga.
Y son muchos más quienes han hecho esto posible, si seguimos yendo en la cadena hacia atrás, ¡el agradecimiento es infinito! Gracias a todos los maestros que han pasado la tradición del Yoga, de boca en boca, de maestro a alumno y que han permitido que los conocimientos lleguen hasta nosotros el día de hoy.
Muchas gracias a vosotr@s. Es una maravilla ser KarmaYogi en el BYC. Es una gran familia